2019, una de las cosechas más escasas de las últimas dos décadas en Borgoña

Este domingo 17 de noviembre, antes de la subasta de los Hospices de Beaune, la interprofesión de vinos de Borgoña ha hecho algunas revelaciones sobre la cosecha de 2019. Presentada como una de las más pequeñas en volumen, se estima en 1,2 millones de hectolitros. Sin embargo, aunque la cantidad es menor en comparación con años anteriores, la calidad debería ser notable. ¿El motivo de esta cosecha más escasa? Las malas condiciones meteorológicas del año 2019. De hecho, en la región de Borgoña, el clima no ha sido muy favorable para las uvas, con un invierno suave, heladas en primavera, poca floración en junio debido a las temperaturas bastante frescas y episodios de calor este verano que se tradujeron en sequía. En resumen, un «año singular y extremadamente contrastado», según las palabras del presidente de la interprofesión, François Labet.

Una cantidad reducida, pero una calidad excepcional para la cosecha de 2019.

Para los profesionales del vino de Borgoña, un año medio ronda los 1,4 millones de hectolitros. Con 1,2 millones, 2019 se sitúa por debajo, lo que supone un descenso del 34 % con respecto a 2018. Los más afectados son el Mâconnais y los Crémants. Así, esta añada «se anuncia digna [de los años] en 9», según François Labet. Sin embargo, a pesar de la disminución de los volúmenes, «la moral sigue siendo buena», ya que las uvas se distinguen por su calidad. Su estado sanitario era muy bueno durante la vendimia, lo que significa que poseen «un equilibrio perfecto entre azúcares y ácidos». Por eso, la Oficina Interprofesional de los Vinos de Borgoña (BIVB) augura «un gran año» en su comunicado de prensa.

Un mercado próspero a pesar de algunas preocupaciones

En su discurso antes de la venta de los Hospices de Beaune, el presidente del BIVB precisó que la cosecha actualmente en vinificación «presenta algunas incertidumbres en cuanto a los volúmenes». Afortunadamente, las añadas anteriores han permitido reponer las existencias. Por lo tanto, la situación no será similar a la de la cosecha de 2016, que fue la más baja de la historia de los vinos de Borgoña. Del mismo modo, el mercado de ventas registra cifras positivas para estos vinos, especialmente en lo que respecta a las exportaciones, con un aumento del 6,9 % en volumen durante los primeros ocho meses del año (56 millones de botellas) y del 9,3 % en valor (650 millones de euros). Este aumento se debe a Estados Unidos, que es el principal comprador de vinos de Borgoña. Sin embargo, las nuevas medidas que entraron en vigor a finales de octubre en materia de derechos de aduana preocupan a los profesionales, que temen una caída de las ventas. También tienen aprensiones a corto y medio plazo sobre las exportaciones a Inglaterra con el Brexit. Mientras tanto, ¡es hora de vinificar!