¿Es el aumento de las temperaturas una ventaja para los viticultores escandinavos?
¿Le parece inverosímil hacer vino en los países nórdicos? Y, sin embargo, ¡existe! En Escandinavia, algunos productores aficionados han decidido aceptar el reto, y de momento van por buen camino. En Suecia, Dinamarca y, más recientemente, Noruega, hay viñas en determinadas regiones. La producción no es tan grande como la de los viñedos franceses o californianos, y es más confidencial, pero merece ser conocida, porque en estos países nórdicos el cultivo de la vid no es tarea fácil. Afortunadamente, los viticultores escandinavos pueden confiar en su pasión y en voluntarios siempre dispuestos a echar una mano. Y no es casualidad que ahora puedan producir vino. El calentamiento global y la llegada de nuevas variedades de uva tienen la culpa.
Cultivo de la vid por aficionados
En Escandinavia, dedicarse a la viticultura requiere valor. En el norte de Europa, el sol escasea y la temporada estival es mucho más corta que en Francia. Por tanto, las condiciones no son muy favorables, pero algunos viticultores nórdicos consiguen poner toda su pasión en sus viñas. Algunos también recurren a la ayuda de especialistas extranjeros. Estos viñedos producen principalmente
vino blanco de solaris. Se trata de una variedad de uva híbrida alemana muy resistente al frío. Está adaptada al clima de Suecia, Dinamarca y Noruega. En estos países, el periodo de maduración es relativamente corto, y Solaris se adapta perfectamente a él. Asimismo, los viticultores escandinavos son partidarios de la viticultura ecológica, aunque no todos han obtenido una etiqueta certificada. De hecho, trabajan esencialmente a mano, sin productos químicos. La comercialización del vino también difiere de un país a otro. En Dinamarca, la venta en las fincas está autorizada, mientras que en Suecia, por ejemplo, el alcohol se vende en las tiendas del monopolio estatal. El mercado es, pues, local.
Los países apuestan por nuevas variedades de uva que necesitan menos calor
Dos factores explican por qué los países del Norte también son capaces de cultivar vides y producir vino, algo impensable hace tan sólo unas décadas. En primer lugar, está el aumento de la temperatura. En Suecia, por ejemplo, la temperatura media ha aumentado un grado desde 1990. Y no hay fin a la vista, ya que los científicos estiman que podría aumentar entre 2 y 6 grados más a finales de siglo. Si se cumplen sus previsiones, la superficie de tierra cultivable en Escandinavia será mayor. Para los viticultores, el calentamiento global es por tanto una ventaja, aunque también signifique un aumento de las precipitaciones.
El segundo factor que favorece la producción de vino en estas regiones es el desarrollo de nuevas variedades de uva que requieren menos calor. Por tanto, estas variedades se adaptan bien al clima de estos países. Así que, quién sabe, quizá con los años haya más viticultores en Noruega, Suecia y Dinamarca... ¡responda en las próximas décadas!