Vino ecológico, vino natural

En sentido estricto, no existe una certificación específica para el vino ecológico. El concepto de vino ecológico engloba los vinos producidos con un método de viticultura o producción que preserva la naturaleza y se beneficia de una etiqueta específica. Como ya se ha dicho, todavía no existe una certificación legal para el vino ecológico, aunque está en proyecto. En su lugar, existen etiquetas de origen semipúblico o privado, que se consideran serias bien porque han sido aprobadas por el Ministerio de Agricultura, el INAO o la DGCCRF (Direction Générale de la Concurrence, de la Consommation et de la Répression des Fraudes), bien por la garantía de calidad y profesionalidad que inspiran. Por tanto, el vino ecológico no se refiere a una región de producción concreta, ni siquiera a una denominación de origen, ni mucho menos a un color determinado, sino a fincas e incluso parcelas que cumplen el pliego de condiciones impuesto por el organismo certificador.

1. Vinos ecológicos: la etiqueta AB

La agricultura ecológica está reconocida por las autoridades francesas desde 1980. En la actualidad, la normativa que regula esta etiqueta se ha adoptado a escala europea. El pliego de condiciones para obtener la etiqueta AB pretende imponer un método de producción agrícola que preserve la calidad del suelo, los recursos naturales y el medio ambiente, además de mantener los oficios agrícolas locales. Así, la etiqueta AB garantiza que el 95% de los productos de este tipo de agricultura proceden de cultivos que no utilizan abonos de síntesis ni productos fitosanitarios (insecticidas, herbicidas, fungicidas, etc.) ni organismos modificados genéticamente (OMG). Sin embargo, cuando se trata de vino, la etiqueta AB significa que las vides se han cultivado de acuerdo con estrictas especificaciones de agricultura ecológica, pero no garantiza el proceso de elaboración del vino. No obstante, para revalorizar su producción, los viticultores suelen aplicar los mismos preceptos al transformar la uva en vino, en particular adhiriéndose a la Carta de la Federación Nacional Interprofesional de Vinos de Agricultura Biológica.

2. Vinos biodinámicos

La agricultura biodinámica se inspiró en las conferencias impartidas por Rudolph Steiner en 1924 a agricultores alemanes preocupados por el deterioro de la calidad de sus cosechas. La agricultura biodinámica tiene mucho en común con la agricultura ecológica, pero va más allá en las soluciones que ofrece. Por ejemplo, sólo se pueden utilizar abonos de origen vegetal o animal. Se utilizan media docena de preparados para combatir los parásitos, evitar el empobrecimiento del suelo y favorecer el crecimiento de la vid. La agricultura biodinámica también es única porque utiliza un calendario de cultivos basado en ciclos lunares, planetarios y zodiacales. En resumen, la agricultura biodinámica pretende no sólo hacer sostenible la agricultura, sino también preservar las cualidades de la uva. La viticultura biodinámica también va más allá de la etiqueta AB en el sentido de que sus principios se aplican no sólo al cultivo de la vid, sino también al proceso de vinificación, exigiendo de nuevo la exclusión de cualquier aditivo que no sea de origen natural y el respeto de los ritmos de la naturaleza.

3. 3. Agricultura sostenible

La agricultura sostenible no es agricultura ecológica en el sentido de que no prohíbe el uso de productos sintéticos. Sin embargo, puede ser un paso hacia la etiqueta AB o biodinámica. La agricultura sostenible es, por tanto, un certificado oficial expedido a los agricultores que adoptan un enfoque basado en medios técnicos y prácticas agrícolas que cumplen los requisitos del sistema de referencia de la agricultura sostenible. Estas normas están recogidas en el Decreto nº 2002-631 de 25 de abril de 2002 y contienen más de cien criterios selectivos que exigen el respeto del medio ambiente, el control de los riesgos sanitarios, la salud y la seguridad en el trabajo y el bienestar de los animales. Sin embargo, esta certificación ha sido criticada por algunos por parecer no ser más que un recordatorio de normas que ya son obligatorias, o como una base mínima para una agricultura responsable. Sin embargo, lo cierto es que la certificación del cumplimiento de las normas supone una garantía adicional para los consumidores, y que la agricultura sostenible puede verse como un paso motivador hacia una certificación mucho más restrictiva y, por tanto, arriesgada para los viticultores.

4. Certificados y organismos de certificación

Por tanto, por sí sola, la noción de vino ecológico no basta para ilustrar al aficionado sobre los métodos de producción o vinificación, por lo que es necesario saber a qué corresponden las etiquetas reivindicadas.

La etiqueta AB, cuyas consecuencias y limitaciones ya se han explicado, la conceden certificadoras independientes como ACLAVE, AGROCERT, QUALITE FRANCE S.A., ULASE, SGS ICS y ECOCERT, sin duda la más conocida.

Las explotaciones biodinámicas pueden solicitar la certificación "DEMETER", expedida por la asociación Déméter Agriculture Bio-Dynamique. Se trata de una organización no oficial, pero su Carta garantiza el cumplimiento de los principios de la agricultura biodinámica. La etiqueta "NATURE ET PROGRES", que respeta el pliego de condiciones de la Federación Internacional de Agricultura y Ecobiología, es actualmente la más rigurosa. Además de los principios biodinámicos que impone, esta etiqueta garantiza el respeto del medio ambiente en todos los ámbitos de producción: vinificación, entorno social, lucha contra la intensificación agrícola, transporte, fabricación de envases y tapones, etc. Estos dos organismos son independientes de la certificación AB. También existe la etiqueta BIODYVIN, expedida por el Syndicat international des Vignerons en Culture Bio-Dynamique, muchos de cuyos miembros no pertenecen a la asociación DEMETER. Esta etiqueta también es expedida por ECOCERT de acuerdo con los estatutos específicos de la asociación.

Por último, la agricultura integrada está certificada por organismos certificadores independientes, algunos de los cuales pueden ser los mismos que los que conceden la etiqueta AB. Estos organismos están autorizados por la Commission nationale de l'agriculture raisonnée. Por iniciativa de los viticultores interesados, se ha creado una etiqueta específica para la viticultura integrada, que aplica los principios de la carta a las especificidades del trabajo de la viña y de la producción de vino: se trata de la etiqueta TERRA VITIS.