Rioja

Rioja, ya célebre en el siglo XIX, es uno de los dos únicos terruños que se benefician de la "Denominación de Origen Calificada". Rioja debe su nombre al río Oja, y los viñedos de la denominación no están en absoluto ligados a fronteras administrativas. Los viñedos de Rioja se extienden a caballo entre las Comunidades Autónomas de Navarra, País Vasco y Castilla y León. Esta región es probablemente la más conocida de las provincias vinícolas españolas, ya que produce, entre otras cosas, vinos tintos de gran personalidad y renombre. La reputación del vino de Rioja está avalada por la calidad de los productos que ofrecen Bodega Luis Cañas, Bodega Altanza y Castillo Labastida.

La mayor parte de la región vitivinícola disfruta de un clima continental, a una altitud media de 400 metros. Los vinos tintos de Rioja se elaboran con una variedad de uva típicamente española, la Tempranillo, combinada en la mayoría de los casos con Garnacha negra. Los vinos de Rioja son de la máxima calidad, gracias sobre todo al estricto control de los rendimientos y al uso de viñas viejas, así como a sus propias técnicas de vinificación y envejecimiento. Los vinos envejecen durante al menos unos meses en barricas francesas y americanas, y a veces durante varias décadas. En función del proceso de envejecimiento, existen 4 denominaciones diferentes dentro de la denominación Rioja : "Rioja" para los vinos envejecidos durante no más de unos meses en barricas de roble, "Rioja Crianza" para los vinos envejecidos durante al menos dos años, incluido al menos un año en barricas de roble, "Rioja Reserva" para los vinos envejecidos durante al menos tres años, incluido un año en barricas de roble, y "Rioja Gran Reserva" para los vinos envejecidos durante al menos dos años en barricas de roble y al menos tres años en botella.

Rioja, una denominación única por excelencia en plural

Elegir una botella de vino de Rioja

Vinos tintos

Si prefiere los aromas de frutas y bayas rojas, se decantará por los tintos jóvenes, que serán celosos servidores de las tablas de quesos, las carnes a la parrilla y los embutidos, preferiblemente españoles para permanecer en la misma familia ibérica. Los entendidos que prefieran sabores más maduros se deleitarán con una botella de tinto de Rioja añejo, con sus aromas amaderados, a frutos negros, arándanos y moras, que irán bien con platos más estructurados como guisos y estofados, así como con costillas a la parrilla. Si prefiere tintos más densos, el Rioja Oriental, con más alcohol, más estructurado y de final largo, es una buena elección.