Isabelle et Denis Pommier - Chablis 1er Cru Côte de Léchet 2017

Bettane & Desseauve

Sobre el vino :

Abierto y goloso, con una gama de frutas blancas (lichi) y raíces (apio), el paladar es vigorizante y franco, con mucha carne. Un poco atípico para la añada en su gama aromática.

Sobre el bodega :

Esta simpática pareja de viticultores ha dado un paso adelante al optar por la viticultura ecológica, que comenzó a certificarse con la añada 2014. Las hermosas uvas maduras están bien equilibradas por una acidez tónica derivada de los suelos calizos, y la vinificación en barrica es cada vez más respetuosa con los matices de los terruños. El Petit-Chablis destaca regularmente por su riqueza, mientras que el tinto de Yonne es uno de los mejores de la región, y los Premier Crus del sector de Poinchy (Léchet, Beauroy, Fourchaume) son ahora fuentes fiables para los amantes del vino. Al igual que otros viñedos de la zona, la finca sufrió las inclemencias meteorológicas de la añada 2016. Por desgracia, 2017 comenzó con una terrible helada... De ahí la cuvée grain-de-survie, destinada al comercio, para ofrecer un poco de vino a la clientela habitual. Los genéricos petits-chablis y chablis no tienen la misma precisión de siempre, así que los premiers crus aguantarán mejor. ¡Estamos deseando que lleguen los de 2018!

Guide Hachette des vins

Sobre el bodega :

Con sede en Chablis, Isabelle y Denis Pommier dirigen una finca de 18 hectáreas creada en 1990 y con un historial de calidad muy constante. Tras 15 años de gestión de su viñedo con métodos de agricultura integrada, obtuvieron la certificación ecológica en 2014.

RVF - La Revue du Vin de France / Guide des Meilleurs Vins de France

Sobre el vino :

Côte de Léchet ofrece un perfil singular, con notas de almendras, una pulpa especiada y enérgica, prolongada por sutiles amargos salivados. ¡Es un Chablis soberbio, maduro y vibrante!

Sobre el bodega :

Isabelle y Denis Pommier se instalaron en el pueblo de Poinchy en 1990, con 2 hectáreas de viñedo (ahora 23). Algunos Premier Crus se fermentan parcialmente en madera y todos los vinos se elaboran con levaduras indígenas. Toda la producción es de una calidad impecable, especialmente los vinos de entrada de gama. Certificada ecológica desde 2014, esta finca ha producido unos vinos magníficos, siempre muy maduros, pero no siempre frescos: con pesar, retiramos la estrella, esperando un pronto retorno a un mejor equilibrio.