Alicante

La denominación Alicante se aplica a los vinos producidos a partir de viñedos situados en la región que rodea esta ciudad española. Los vinos de Alicante tienen la clasificación de "Denominación de Origen" desde 1957. Las zonas de producción están repartidas por diferentes partes de la provincia. El terruño y el clima pueden variar, desde los viñedos húmedos, ricos y sucios de la Marina Alta, pasando por las tierras secas y pobres del Vinalopó, hasta los viñedos más equilibrados del Comtat, por ejemplo.

Los vinos de Alicante se elaboran a partir de diversas variedades de uva. Una de ellas es la Moscatel de Alejandría, una variedad de uva que se utiliza tanto para la elaboración de vinos como para la mesa y la producción de sultanas, y que se cultiva en la comarca de la Marina Alta, creando un paisaje muy diverso y una cultura muy especial. Sin embargo, la variedad de uva más común es la Monastrell d'Alicante, que resulta especialmente fácil de mezclar con otras variedades. Sin embargo, es la Bouschet d'Alicante, cuya pulpa es del mismo color que la piel, la que da carácter a la denominación, sobre todo por el color que aporta al vino y el toque mineral asociado a la personalidad de los vinos alicantinos.

Entre los vinos de Alicante, el Fondillón, elaborado exclusivamente con uva Monastrell, destaca por sus métodos de producción. Elegido por los reyes, también es especialmente popular entre los entendidos. La denominación de origen Alicante produce una amplia gama de vinos tintos y blancos que invitan a la curiosidad y al descubrimiento. Bodegas Volver, Las Virtudes y Santa Catalina del Mañán son buenos ejemplos de esta diversidad.