Prosecco

El vino prosecco es un vino espumoso que podría robarle el protagonismo al champán. Delicioso y sutil, goza de un enorme éxito en China, Estados Unidos y Reino Unido. ¡Te contamos todo sobre este vino italiano que lo tiene todo para gustar!

La zona de producción del vino italiano prosecco se extiende sobre 25 000 hectáreas cerca de Venecia, en el norte de Italia. Cada año se consume una gran cantidad de este vino prosecco en todo el mundo.

Este vino seco, ligero y con burbujas finas o abundantes se presenta en numerosas versiones: el prosecco spumante y el prosecco frizzante, entre otros. El primero es espumoso. Esto se debe a su segunda fermentación, que sigue el método Charmat (en cubas). Es ideal para el aperitivo. Fresco a más no poder, despierta las papilas gustativas más perezosas.

El segundo es más discreto, pero igualmente refinado. Su segunda fermentación se ha realizado en botella. El prosecco spumante está muy ligado a la tradición italiana. Se presenta en una botella cerrada con un tapón de corcho o una cápsula.

Nos encanta este vino por su sabor afrutado, una auténtica delicia para el paladar. Quienes ya lo han probado dicen que es como morder una fruta fresca.

Tan delicioso como el champán, el precio del prosecco es considerablemente más bajo. Una botella de vino blanco prosecco se vende entre 8 y 15 €. Este precio asequible también contribuye a reforzar su notoriedad.

Los mayores consumidores son los estadounidenses. Las ventas de prosecco DOC aumentaron un 34 % el año pasado. El Reino Unido registró unas ventas superiores al 60 % ese mismo año. China también es un gran amante de este vino puramente italiano. Este entusiasmo se ha observado desde hace uno o dos años.

Hay varios criterios que pueden influir en su elección:

- El sabor: los proseccos varían según su contenido en azúcar. El prosecco Dry, con un contenido en azúcar bastante elevado, está pensado para el final de las comidas. Acompaña a la perfección platos exóticos con un toque picante. El prosecco brut o el vino blanco prosecco, que es más seco, es el más común en el mercado. El extra seco, muy habitual en los aperitivos, tiene un contenido de azúcar de entre 12 y 15 g. Se asocia con mariscos, pescados fritos o pizzas.

- El precio: los viñedos que producen el vino prosecco presentan numerosas diferencias. Por un lado, hay viñedos dispersos en un relieve cuyo rendimiento es más o menos limitado. Por otro lado, están los de las llanuras, que se prestan a la producción en masa. En consecuencia, los precios son más baratos. Esta disparidad en la zona de producción explica las fluctuaciones de precios observadas. Los prosecco tienen un precio que oscila entre 3,50 y 25 €.

- La denominación: los terruños clasificados como DOCG (denominazione d'origine controllata e garantita) proceden de la provincia de Treviso. Conegliano, Asolo y Valdobbiadene forman parte de ellos. Además, se trata de los productos más famosos. Puede consultar la etiqueta de la botella para obtener más información.

Veredicto: ¿prosecco o champán?

El prosecco pretende ser más informal que el champán. Para beber champán, es imprescindible llevar esmoquin, según M. Vettorello, líder de los productores de prosecco superior. El prosecco también tiene su gran cru: el Cartizze, que se produce en una superficie de 107 hectáreas. La botella se vende a 20 € la unidad. Para que el éxito no decaiga con el tiempo, la calidad no debe cambiar.

Entre prosecco y champán, la elección depende de los amantes del vino. Si bien algunos consumidores prefieren el champán, otros solo apuestan por el prosecco.