Fixin

La denominación de origen controlada Fixin es una denominación municipal del viñedo de la Côte de Nuits, en Côte-d'Or, que abarca los municipios de Fixin y Brochon y que fue reconocida en 1936. Esta denominación incluye 5 climats clasificados como Fixin Premier Cru. Los vinos de Fixin también pueden optar a la denominación Côte de Nuits-Villages.

La reputación de los vinos de Borgoña es bien conocida y la Côte de Nuits, que se extiende desde las afueras de Dijon hasta Nuits-Saint-Georges, concentra las mejores denominaciones de vinos tintos. Pero si Fixin no figura entre los nombres más famosos es porque su prestigioso vecino, Gevrey-Chambertin, le ha hecho sombra durante mucho tiempo. Sin embargo, ya es hora de descubrir esta denominación.

Con sus 89 hectáreas, de las cuales 85 están plantadas con pinot noir, Fixin, aunque solo sea en términos de superficie, no puede competir con su vecino Gevrey y sus 400 hectáreas. Fixin tampoco cuenta con viñedos clasificados como Grand Cru y solo tiene cinco viñedos clasificados como Premier Cru, entre los que destacan Clos de la Perrière y Clos du Chapitre. Además, parte de la producción se comercializa bajo la denominación«Côte de Nuits villages», que, aparte de Fixin, reúne a los demás municipios de la Côte de Nuits que no disponen de una superficie lo suficientemente grande como para tener su propia denominación municipal. Por lo tanto, Fixin ha cultivado durante mucho tiempo su discreción e incluso ha sido durante mucho tiempo un secreto bien guardado. De hecho, la menor notoriedad de la denominación ha evitado que los vinos de Fixin sufran una inflación tan importante como los procedentes de denominaciones más prestigiosas de la Côte de Nuits, pero los amantes de los grandes vinos de Borgoña siempre han sabido que los terruños del municipio son aptos para producir vinos de gran calidad.

Los viñedos de Fixin y Fixin Premier Cru están orientados al este y al sureste. Los suelos son calcáreos marrones bastante homogéneos en los premiers crus. Las viñas están plantadas entre 350 y 380 metros de altitud. En algunos lugares aparecen matices más margosos. Las aproximadamente 96 hectáreas de la denominación permiten una producción de unos 4000 hectolitros al año.

La denominación Fixin y Fixin Premier Cru produce vinos tintos elaborados con la variedad Pinot Noir y, en menor medida, vinos blancos elaborados con la variedad Chardonnay. En cuanto a los tintos, el vino de Fixin es lo que se denomina «un vino de invierno», ya que requiere envejecer en botella.

En Fixin encontramos suelos arcilloso-calcáreos con una sorprendente complejidad geológica, suelos en los que la pinot noir, la gran variedad de uva tinta noble de Borgoña, se desarrolla sin igual. A la vista, los vinos tintos de Fixin presentan un hermoso color violáceo intenso que presagia una estructura tánica marcada. En nariz, notas de regaliz, tabaco y especias completan la fruta, con predominio de la grosella negra. En boca, en su juventud, los vinos tintos de Fixin son a veces un poco ásperos, con taninos vivos, pero rara vez agresivos. Esta textura tánica los convierte en vinos con muy buena capacidad de envejecimiento que, especialmente en el caso de los Premiers Crus, alcanzan su plenitud entre los 5 y los 10 años de edad. Cuando se deja que los taninos se suavicen, el paladar es de una longitud agradable y una rectitud ejemplar. Puede aparecer cierta acidez, pero sin astringencia, que le dará al vino toda su nobleza y persistencia, y revelará aromas de frutos negros. Son vinos para degustar acompañando carnes rojas, aves o una rica tabla de quesos.

A menudo tánico y un poco duro en su juventud, el Fixin añejo presenta un ataque redondo y vivaz, con una estructura sólida. Su untuosidad es notable y su textura delicada. Sus cualidades se aprecian mejor en los vinos ofrecidos por Domaine René Bouvier, Domaine Méo-Camuzet o Domaine Charlopin-Parizot.

La denominación Fixin, ya de por sí discreta, lo es aún más cuando se refiere a un vino blanco. Como ya se ha dicho, solo 4 hectáreas están dedicadas a las variedades blancas, y en este caso al chardonnay cuando se habla de la denominación del pueblo. Una vez más, se trata de vinos para aficionados. De color amarillo pálido, en nariz se adivinan notas de avellana y bergamota. En boca, su mineralidad los convierte en vinos cortantes y sabrosos, en los que se adivinan notas de helecho y espino blanco. Son vinos perfectos para acompañar caracoles de Borgoña, pero también salmón a la parrilla o carne blanca. Vinos originales y con carácter.