Châteauneuf-du-Pape

El viñedo de Châteauneuf-du-Pape es el más grande, antiguo y famoso de Côtes-du-Rhône. En el siglo XIV, el papado, con sede en Aviñón, eligió Châteauneuf-du-Pape como residencia de verano. Los sucesivos papas, sobre todo bajo la influencia de Juan XXII, fomentaron la producción de vino y desarrollaron los viñedos. Las rigurosas condiciones en las que se produce el vino son una constante en la historia de este viñedo y servirán de base para determinados puntos de la legislación sobre la DOC. El vino de Châteauneuf-du-Pape obtuvo la DOC local en 1936.

Con sus 3.200 hectáreas, Châteauneuf-du-Pape es la denominación más extensa del Ródano. Entre Orange y Aviñón, la ciudad de Châteauneuf-du-Pape domina sus viñedos, que se extienden a los pies de los restos de su fortaleza y alrededor de Sorgues. Durante mucho tiempo, la producción vinícola de Châteauneuf-du-Pape fue confidencial, pero su reputación se forjó a partir del siglo XVIII, y sólo alcanzó su máximo esplendor en los años treinta. Gracias a los esfuerzos del Barón Le Roy de Boiseaumarié, esta región fue la primera en adoptar una reglamentación muy estricta. A partir de este ejemplo se introdujeron las denominaciones controladas. Los viñedos están plantados en el antiguo lecho del Ródano, en un terruño compuesto de arcilla, piedra caliza y arena, a menudo cubierto de los famosos "galets roulés" (guijarros rodados) arrastrados por el río en el Cuaternario. Estos guijarros son famosos por almacenar calor durante el día y liberarlo a las vides por la noche. Es en este suelo excepcional barrido por el Mistral donde las vides extraen su fuerza y dan al vino toda su riqueza. Aquí, todo contribuye a elaborar vinos excepcionales. Hay hasta 13 variedades de uva en la denominación, lo que permite a los viticultores aprovechar al máximo las particularidades de cada una. Châteauneuf-du-Pape es un vino de guarda, que se cierra tras un año en botella y se vuelve a abrir cuatro o cinco años después.

Varias grandes fincas contribuyen a la reputación del terruñode Châteauneuf-du-Pape. Entre ellas se encuentran Château de Beaucastel, Château Rayas, Château de La Gardine, Domaine Tardieu Laurent, Domaine de Beaurenard, E .Guigal, Le Clos du Caillou, Domaine de la Janasse, Clos des Papes, Domaine du Vieux Télégraphe y la famosa Maison M. Chapoutier.

Châteauneuf-du-Pape y sus vinos tintos

Châteauneuf-du-Pape es el verdadero buque insignia de los vinos del Vallée du Ródano. Conocida en todo el mundo por sus famosos terruños de guijarros rodados, produce vinos de colores intensos y aromas potentes, finos y complejos. Ricos aromas de fruta madura, trufas, setas y sotobosque dominan cada vino, acompañados de las notas especiadas y salvajes de la garriga provenzal. El vino tinto Châteauneuf du Pape rebosa de ricos sabores a frambuesa y ciruela. Suele terminar con un cosquilleo de fresa dulce que brilla en el fondo de la garganta por el alcohol que contiene. Dependiendo de la añada, el sabor final puede variar de dulce a salado. Cuando se trata de maridajes, Châteauneuf du Pape es una de las regiones vinícolas más versátiles. El generoso número de variedades de uva que se permite utilizar en el vino da lugar a una amplia gama de estilos. Desde atrevidos, ricos y robustos hasta suaves, sedosos y refinados.

Aunque los vinos tintos de los viñedos de Châteauneuf du Pape se producen en una amplia gama de estilos, comparten las características comunes de cerezas rojas y negras frescas, fresa, kirsch, pimienta negra, frambuesa negra, especias y garriga. Las texturas pueden ser exuberantes, vigorosas y suculentas cuando son jóvenes, adquiriendo características sedosas con la edad.

El vino Châteauneuf combina bien con casi todo, desde filetes a la parrilla, cordero y pato hasta guisos, estofados y platos de marisco. Si tiene invitados, pruebe el mejor Châteauneuf du Pape con platos especiados de verduras asadas, como tagine marroquí de pollo con aceitunas, filetes de coliflor ahumada o dolma de cordero.

Una de las grandes cualidades que comparten la mayoría de los vinos tintos de Châteauneuf du Pape es su facilidad de consumo. La mayoría de los vinos no necesitan envejecer ni guardarse en bodega antes de poder disfrutarse. Un vino Châteauneuf envejece entre 8 y 12 años. Algunas fincas producen vinos que pueden envejecer durante décadas, pero no es el caso de los vinos elaborados en esta localidad. Aparte del sabor, también está ese irresistible dulzor con olor a santo que hace único al vino de Châteauneuf du Pape. Para los amantes del vino, este aroma delicado y discreto es una auténtica invitación a probar esta extraordinaria bebida.