Touraine

La proximidad de los cursos de agua desempeñó un papel importante en el crecimiento de los viñedos de Touraine, ya que los ríos y riachuelos constituían vías de comunicación que favorecían la exportación. Este desarrollo alcanzó su apogeo en el siglo XIX, cuando Touraine se convirtió durante un siglo en uno de los principales proveedores de vino de la capital. Tras un periodo de crisis que se prolongó hasta la Segunda Guerra Mundial, Touraine se orientó definitivamente hacia los vinos de calidad. La denominación de origen controlada Touraine, concedida por un decreto del 24 de diciembre de 1939, amplía su área de denominación desde los límites de Anjou hasta las puertas de Sologne, en una zona de confluencia formada por el Loira y sus afluentes, repartida entre 104 municipios de Indre-et-Loire y 42 de Loir-et-Cher. La mayor parte del viñedo se encuentra al sureste de Tours, en las laderas que dominan el Cher y entre el Cher y el Loira.

La naturaleza de los suelos es muy variada, con «perruches» (arcillas con sílex), «aubuis» (arcillas calcáreas sobre subsuelo calcáreo) y arenas sobre arcillas en la zona este, pero también gravas ligeras, faluns (arena), etc. El clima es de influencia marítima en el oeste y va adquiriendo poco a poco un carácter continental hacia el este. Estas diferencias climáticas, combinadas con los diferentes suelos, determinan la elección de las variedades de uva (más tardías en el oeste y tempranas en el este) y, por lo tanto, la gran variedad de vinos. Con 4400 hectáreas de viñedos, la producción anual es de 240 000 hectolitros, de los cuales aproximadamente el 38 % son tintos, el 42 % blancos, el 12 % espumosos y el 8 % rosados. Los tintos de Touraine proceden de las variedades Gamay (más del 60 % de la cosecha), Cabernet Franc, Côt, Cabernet Sauvignon, Pineau d'Aunis y Pinot Noir. Los blancos de Touraine utilizan Sauvignon (casi el 80 %), Chenin Blanc y, de forma secundaria, Chardonnay.

Los vinos de Touraine son aromáticos. La Chenin Blanc se destina principalmente a vinos de burbujas finas, en los que expresa delicados aromas de brioche, manzana verde y miel. La Gamay, a menudo monovarietal, da vinos ligeros y francos con aromas característicos de frutos rojos. Los vinos de mezcla combinan este lado juvenil y fresco con la estructura de otras variedades. Las mezclas clásicas dan vinos rosados frescos y delicados: la Pineau d'Aunis da un rosado con carácter y un tono especiado único. La mayoría de los vinos de Touraine alcanzan su plenitud en dos años. Los tintos con cuerpo evolucionan favorablemente tras tres o cuatro años de crianza. Entre los numerosos productores de Touraine, destacan el Domaine Albane y Bertrand Minchin, el Domaine Henry y Jean-Sebastien Marionnet y el Domaine Charles Joguet.